Los comienzos de Minimú
¿Cuáles fueron los comienzos de MINIMÚ? Pues como casi todos los proyectos de emprendimiento, MINIMÚ nace de la ilusión y de la valentía que supuso dejar mi estabilidad laboral. Tomar una decisión de este tipo no es nada fácil, ahora estoy muy feliz, pero, los comienzos fueron realmente complicados. Abandonas tu nómina a final de mes, tus vacaciones estipuladas y religiosamente respetadas, tus festivos….para, adentrarte en un mundo de miedos e incertidumbres.
Yo me tomé mi tiempo para pensarlo bien. Evalué desde todas las perspectivas posibles la decisión, , volví loca a mi familia y conocidos y, llegó un día en que me dije “Ana, tienes que decidirte” soy mucho de hablarme a mí misma, ¿a ti también te pasa? En fin, me senté e hice mi lista de pros y contras y me tiré a la piscina por que los pros ganaban.
Esta es mi lista de pros
- convertir mi pasión en mi trabajo
- trabajar con personas. Adoro el trato con la gente, es algo que siempre he disfrutado, conecto muy bien y, esto hace que todo fluya de maravilla
- aprovechar mi formación universitaria, máster y experiencia laboral, me ha ayudado a crecer profesionalmente y, a enfocar mejor mi emprendimiento
- el apoyo de mi familia, esencial a la hora de adentrase en lo desconocido, siempre hay viento en contra y, cuantos más apoyos mejor
- diseñar minuciosamente un evento y, convertirlo en realidad es de las cosas más gratificantes de mi trabajo
- la ilusión de mis clientes hace que me olvide de todas las dificultades que me he encontrado a lo largo del camino. Ver como disfrutan y su agradecimiento al darse cuenta que tienen incluso más de lo que se habían imaginado es todo lo que necesito para motivarme
- dedicarme a una actividad que siempre es positiva y está cargada de ilusión. Mis clientes son personas que acuden en mi búsqueda porque quieren celebrar algo, ya sea un evento de empresa, una boda o lo que sea, pero, siempre es para celebrar. El hecho de poder participar en momentos que no son rutina, momentos que siempre van a recordar, hace a este trabajo muy especial.
Mi lista de contras eran miedo a no conseguir clientes, a no poder vivir de mi negocio, a fallar…. los miedos que tenemos la mayoría a los comienzos de cualquier nuevo proyecto pero, como siempre he sido una persona que a pesar del miedo o la inseguridad he conseguido lo que me propongo, me decidí a intentarlo.
Estoy convencida de que cuando quieres algo de verdad, no hay límites y, está en tu mano conseguirlo, la cuestión es creérselo, confiar en uno mismo y, mucho esfuerzo.
Si estás pensando en emprender, te animo a ello, pero no pienses que es fácil, requiere de mucha disciplina, organización y una gran dosis de entusiasmo y amor por lo que haces, eso es lo que hará que tires hacia delante cuando haya turbulencias. En los comienzos la dosis de ilusión está garantizada pero según pasa el tiempo, el cansancio y, a veces la frustración hace que te plantees si ha sido una buena idea, es ahí cuando necesitas